¿Qué es el Síndrome de Asperger?
El SÍNDROME DE ASPERGER es un trastorno del desarrollo cerebral muy frecuente (de 3 a 7 por cada 1.000 niños de 7 a 16 años), que afecta más a los niños que a las niñas y que al ser recientemente reconocido por la comunidad científica (Manual Estadístico de Diagnóstico de Trastornos Mentales en su cuarta edición en 1994 de la Asociación Psiquiátrica Americana) es un desconocido entre la población general e incluso por muchos profesionales.
La persona que lo padece tiene un aspecto externo normal, suele ser inteligente y no tiene retraso en la adquisición del habla, pero tiene problemas para relacionarse con los demás y en ocasiones presentan comportamientos inadecuados. Los padres suelen percibir esta diferencia entre los 2 y los 7 años, buscando una ayuda que en muchas ocasiones no es la apropiada.
A pesar de sus dificultades son nobles, con un gran corazón, una bondad sin límites, fieles, sinceros, y un sinfín de valores que podemos descubrir con tan sólo mirar un poquito en su interior. Niños y niñas, hombres y mujeres diferentes, que han nacido marcados por una discapacidad invisible, que en algunas ocasiones les proporcionará a ellos y a sus familiares problemas, sufrimiento y soledad. Todos ellos luchan sin descanso, con la esperanza de conseguir un futuro más amable en el que puedan comprender el complejo mundo de los seres humanos y ser aceptados tal como son.
Algunas características del Síndrome de Asperger
A continuación se citan algunas de las características que presentan estos niños. Cada niño las expresa de forma diferente. Si algunas de ellas se adaptan a tu hijo, un familiar o conocido, es aconsejable que sea visto por un profesional (psicólogo, neuropediatra, psiquiatra infantil,...) que pueda establecer el diagnóstico y tratamiento apropiados.
HABILIDADES SOCIALES Y CONTROL EMOCIONAL:
• No disfruta normalmente del contacto social.
• Se relaciona mejor con adultos que con los niños de su misma edad.
• Tiene problemas al jugar con otros niños.
• No entiende las reglas implícitas del juego.
• Quiere imponer sus propias reglas al jugar con sus pares.
• Quiere ganar siempre cuando juega.
• Prefiere jugar sólo.
• Le cuesta salir de casa.
• El colegio es una fuente de conflictos con los compañeros.
• No le gusta ir al colegio.
• Es fácil objeto de burla y/o abusos por parte de sus compañeros, que se suelen negar a incluirlo en sus equipos.
• No se interesa por practicar deportes en equipo.
• Tiene poca tolerancia a la frustración.
• Cuando quiere algo, lo quiere inmediatamente.
• Le cuesta identificar sus sentimientos y tiene reacciones emocionales desproporcionadas.
• Llora fácilmente por pequeños motivos.
• Cuando disfruta suele excitarse: saltar, gritar y hacer palmas.
• Tiene más rabietas de lo normal para su edad cuando no consigue algo.
• Le falta empatía: entender intuitivamente los sentimientos de otra persona.
• Puede realizar comentarios ofensivos para otras personas sin darse cuenta, por ejemplo: "que gordo".
• Tiene dificultad para entender las intenciones de los demás.
• No tiene malicia y es sincero.
• Es inocente socialmente, no sabe como actuar en una situación. A veces su conducta es inapropiada y puede parecer desafiante.
• No entiende los niveles apropiados de expresión emocional según las diferentes personas y situaciones: puede besar a un desconocido, saltar en una iglesia, etc.
• No se interesa por la última moda de juguetes, cromos, series TV o ropa.
HABILIDADES DE COMUNICACIÓN:
• No suele mirarte a los ojos cuando te habla.
• Interpreta literalmente frases como: "hay miradas que matan".
• Se cree aquello que se le dice aunque sea disparatado.
• No entiende las ironías (A ti no te gustan los helados), los dobles sentidos, ni los sarcasmos.
• Habla en un tono alto y peculiar: como si fuera extranjero, cantarín o monótono como un robot.
• Posee un lenguaje pedante, hiperformal o hipercorrecto, con un extenso vocabulario.
• Inventa palabras o expresiones idiosincrásicas.
• En ocasiones parece estar ausente (como en la luna), absorto en sus pensamientos.
• Habla mucho.
• Se interesa poco por lo que dicen los otros.
• Le cuesta entender una conversación larga.
• Cambia de tema cuando está confuso.
HABILIDADES DE COMPRENSIÓN:
• Le cuesta trabajo entender el enunciado de un problema con varias frases y necesita que le ayuden explicándoselo por partes.
• Tiene dificultad en entender una pregunta compleja y tarda en responder.
• A menudo no comprende la razón por la que se le riñe, se le critica o se le castiga.
• Le es difícil entender cómo debe portarse en una situación social determinada.
• Se suele poner las zapatillas o la camiseta del revés o no encuentra el camal del pantalón.
• Tiene una memoria excepcional para recordar datos, por ejemplo: fechas de cumpleaños, hechos sin importancia, etc.
• Le gustan las asignaturas lógicas como las matemáticas y las ciencias en general.
• Aprendió a leer solo o con escasa ayuda a una edad temprana.
• Su juego simbólico es escaso (juega poco con muñecos) y en general demuestra escasa imaginación y creatividad.
• Es original al enfocar un problema o al darle una solución.
• Tiene un sentido del humor peculiar.
INTERESES ESPECÍFICOS:
• Está fascinado por algún tema en particular y selecciona con avidez información o estadísticas sobre ese interés. Por ejemplo, los números, vehículos, mapas, clasificaciones ligueras o calendarios.
• Ocupa la mayor parte de su tiempo libre en pensar, hablar o escribir sobre su tema.
• Suele hablar de los temas que son de su interés sin darse cuenta si el otro se aburre.
• Repite compulsivamente ciertas acciones o pensamientos. Eso le da seguridad.
• Le gusta la rutina. No tolera bien los cambios imprevistos (rechaza un salida inesperada).
• Tiene rituales elaborados que deben ser cumplidos. Por ejemplo, alinear los juguetes antes de irse a la cama.
HABILIDADES DE MOVIMIENTO:
• Tiene el niño un ritmo extraño al correr.
• Posee una pobre coordinación motriz.
• No tiene destreza para atrapar una pelota.
• Tiene problemas para vestirse.
• Le cuesta abrocharse los botones o hacer un lazo con la cordonera de los zapatos.
OTRAS CARACTERÍSTICAS:
• Miedo, angustia o malestar debido a sonidos ordinarios, como aparatos eléctricos.
• Ligeros roces sobre la piel o la cabeza.
• Llevar determinadas prendas de ropa.
• Ruidos inesperados (la bocina de un coche).
• La visión de ciertos objetos comunes
• Lugares ruidosos y concurridos.
• Ciertos alimentos por su textura, temperatura.
• Una tendencia a agitarse o mecerse cuando está excitado o angustiado.
• Una falta de sensibilidad a niveles bajos de dolor.
• Tardanza en adquirir el habla, en pocos casos.
• Muecas, espasmos o tics faciales inusuales.
• Dificultad para tragar la saliva y babeo.
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